martes, 9 de marzo de 2010

Creando el día a día

Mi hermano siempre me repite que la familia que nos ha tocado no se puede cambiar, pero que se eligen a los amigos.Creo que ni una cosa, ni la otra.Evidentemente la familia en la que hemos nacido sí cambia por y gracias a nosotros.También creo que los amigos no se eligen, sino que simplemente se cuidan o se pierden.
Yo soy una persona muy contardictoria, tan compleja que no acabo de conocerme en los 39 años que llevo intentándolo.De hecho ya no trato de buscarme a mí misma, ya que me reinvento casi a diario.
Evidentemente tengo hábitos, lineas de actuación, limitaciones económicas y sociales, limitaciones personales, obsesiones, costumbres y tradiciones españolas, costumbres adoptadas de Alemania o de otros países, etc...pero hay aspectos en los que me gusta sentirme completamente libre de prejuicios. Me gusta curiosear experimentando costumbres y estilos de vida diferentes.Me gusta relacionarme con todo tipo de gente, de todas las clases sociales,de todas las ideologías políticas, de todas las profesiones, de todas las razas, de todas las creencias religiosas...Mi curiosidad me ha obligado a aprender idiomas extranjeros, a viajar mucho, a cambiar mucho de estilos en la manera de vestir, en la manera de comportarme, en la manera de expresarme.
He perdido la cuenta de las veces que me he mudado, de todos los trabajos que he tenido, de todas las personas que han pasado por mi vida y sin embargo, me encanta tener la sensación de haber vivido tantas vidas en los años que he pasado fuera de la casa de mis padres.
Sin embargo, escribiendo estas líneas me vuelvo a encontrar bajo el techo paterno/materno, en un pequeño pueblo de la España profunda y por ello compenso mi casi total carencia de libertad real, con una producción literaria actualmente intensa.
Creo que, aunque todo cambie constantemente, aunque las circunstancias no sean las más propicias, siempre podemos encontrar caminos para vivir una vida intensa y rica, satisfactoria y digna, creativa y singular, emocionante y valiosa.Simplemente debemos mantener la fe y la voluntad necesarias, la alegría de vivir y el inconformismo.Siempre debemos intentar dar lo mejor de nosotros mismos.Lo más importante es intentar superar los obstáculos y las decepciones una y otra vez, como cuando éramos niños y quisimos vencer a la ley de la gravedad.Si he aprendido algo en esta vida, es que no hay nada que ofrezca más oposición que la ley de la gravedad y a ella la vencimos de niños, así que todo lo demás es sólo cuestión de tiempo, esfuerzo y dedicación.

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