martes, 16 de marzo de 2010

Almudena de la Hidalga

Hoy me he despertado sin saber que iba a tomar decisiones tan decisivas como el cambiar mi nombre.No, no el del DNI sino el artístico, que en definitiva es el más importante para mí.Me he bautizado con el nombre Almudena de la Hidalga.¡Me encanta!Me gusta por muchos motivos.Lo más importante es que me distancia del nombre de mi familia paterna, con lo que siento toda una liberación.Se asemeja a mi nombre, pero lo he mejorado definitivamente ya que empieza con la boca muy abierta y termina con ella igual de abierta, como he decidido ser a partir de hoy.No sólo abierta en esencia, sino compartiendo y sin que me vuelvan a cerrar la boca, ni muerta, ya que a lo escrito no se le puede cerrar la boca.
Hoy me he despertado y sigo despierta, más despierta que nunca, ya que más que un despertar, lo de hoy ha sido una iluminación, una liberación.Me he liberado, tanto que puedo asegurar que ni mi padre ni su nombre volverán a ser motivo para volver a cerrarme la boca nunca más, ni en su presencia, ni lejos de ella.Nunca pensé que el quitarme su nombre me iba a hacer sentir tan bien, ya que ha sido su nombre, su buen nombre el que siempre le ha motivado para hacerme la vida muy, muy difícil, por no decir casi imposible.

No hay comentarios:

Publicar un comentario