jueves, 16 de diciembre de 2010

La soledad

La soledad es una sed que no se puede saciar con cualquier agua. No sirve de nada intentar distraerla o engañarla.
La soledad no se deja manipular, no está dispuesta a aceptar sucedáneos, ni compromisos a medias, ni soluciones desesperadas, ni mentiras piadosas, o amantes enmascarados.
Puedes engañarte a ti mismo o incluso a los demás, por un breve lapsus de tiempo, pero ella volverá a presionar tu pecho. Al amanecer, un nudo en la garganta no te permitirá gritar a los cuatro vientos que necesitas a alguien en quien creer, en quien poder confiar, en quien refugiarte, a alguien a quien pedirle que nunca te abandone hasta el ocaso de los tiempos.
Te lavas la cara. Sales al mundo y miras a las miles de caras anónimas que se te cruzan por laberintos de calles comerciales, pero al llegar a tu destino no recuerdas ninguna. Ya en tu cama cierras los ojos y no ves a nadie, no tocas a nadie, no besas a nadie, no abrazas a nadie, no tienes a nadie. Entonces recuerdas que, por ahora, te sigues teniendo a ti mismo y que has de procurar no perderte.

5 comentarios:

  1. Me encanta Almudena... y me pregunto... porqué me suena tanto...
    Un fuerte abrazo

    ResponderEliminar
  2. ‎"Mi soledad y mi escritura son mis más preciadas posesiones y afortunadamente, nadie me las podrá arrebatar jamás. A estas alturas me son tan gratas ya, que las busco y siento que las necesito durante la mayor parte de mi tiempo. La capacidad de aprender a amar lo irremediable me ha premiado con el dulce elixir de la escritura para que me acompañe y acompañe a todas las soledades que me lean."
    Almudena Aibar Hidalgo

    ResponderEliminar
  3. Seguramente ya lo conocías porque me lo publicaron en el blog del Canal-Literatura, antes de publicarlo aquí...

    ResponderEliminar
  4. Me encanta esta entrada! me siento tan identificada! ;)

    ResponderEliminar